La Marimonda
A comienzos del presente siglo, cuando el Carnaval de Barranquilla ya había conseguido fama en la región y el país, un barranquillero resolvió disfrazarse no con satín y pedrería, pues su situación económica no se lo consentía, sino con lo que podía encontrar a la mano: ropa, fundas y sacos. Para lograr su meta, se puso un pantalón de su hermano mayor y una chaqueta al revés, un par de medias a manera de guantes e hizo una careta con un saco de harina. Luego, con las fundas de una vieja almohada, elaboró anillos que rellenó con esponja para simular unos grandes ojos, una boca y una larga nariz en forma de falo que le llegara hasta el pecho. Como buen crítico, este nativo no podía dejar de expresar su rechazo al Gobierno que no lo beneficiaba, así que se coloco una larga y estrambótica corbata para demostrar su aborrecimiento a aquellos funcionarios “ladrones de saco y corbata” que sólo van a cobrar sueldo sin trabajar. Y como último detalle le elaboró unas orejas inmensas parecidas a las del elefante.
La aceptación del disfraz fue tal que no tardo en ser imitado y embellecido con nuevos colores hasta convertirse en el icono que es hoy. En la actualidad, las marimondas se presentan en grupos o comparsas, agitando las rodillas y los codos como gallinas, se sientan en el piso y avanzan con movimientos de pierna temblorosos como si fueran halados por una cuerda invisible o se agitan bocarriba con movimientos convulsos semejando, tal vez, un ataque de hormigas. Así nació la Marimonda, un disfraz auténticamente barranquillero, combinación de primate y elefante, que representa el espíritu del hombre nacido en Curramba La Bella: el que le gusta divertirse sanamente, vacilándose a todos y sacándole punta a cualquier situación.
La canción de la Marimonda es la Butaca porque es un fandango gozoso, un repique que se presta para que el bailador espontaneo se idee pasos que después ni recuerda. También se baila Vámonos Caminando, para ir sobre la marcha, Carnaval de Barranquilla y El Cebú. En fin se le rinde un culto al fandango y al porro.
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